Cuando hacemos todo para que nos amen y no lo conseguimos, nos
resta un último recurso: no hacer más nada. Por eso, digo, cuando no obtengamos
el amor, el afecto o la ternura que habíamos pedido, será mejor que desistamos
y buscar más adelante los sentimientos que nos negaran. No hacer esfuerzos
inútiles, pues el amor nace, o no, espontáneamente, pero nunca por fuerza de
imposición. Algunas veces, es inútil esforzarse demasiado, nada se consigue;
otras veces, nada damos y el amor se rinde a nuestros pies. Los sentimientos
son siempre una sorpresa. Nuca fueron una caridad mendigada, una compasión o un
favor concedido. Casi siempre amamos a quien nos ama mal, y despreciamos a
quien nos quiere bien. Así, repito, cuanto tuviéremos hecho todo para conseguir
amor, y fallado, nos resta un solo camino… el de no hacer nada más.
Clarice Lispector